Arnoldo Martínez Verdugo

Por Martha Luisa Recaséns Díaz de León

1977

Secretario general del Partido Comunista Mexicano (PCM)
Protagonista clave en la negociación de la reforma política de 1977-´78
Fundador de: El Partido Socialista Unificado de México (PSUM), El Partido Mexicano Socialista (PMS) y El Partido de la Revolución Democrática (PRD)
Director de las revistas: Nueva Época, Oposición semanario, Memoria, entre otras
Autor de los libros El Partido Comunista Mexicano: Trayectoria y perspectivas, El Partido Comunista y la reforma política, Crisis política y alternativa comunista, El proyecto socialista y fue coautor y coordinador de Historia del comunismo en México Fundador del Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista A.C. (CEMOS)

1979

Diputado federal y Coordinador del Grupo Parlamentario Comunista (Coalición de Izquierda) en la LI legislatura (1979 – 1982). Diputado federal en la LIII legislatura (1985-1988) y LVI legislatura (1994-1997)
Candidato presidencial del Partido Socialista Unificado de México (PSUM)
Delegado del gobierno del Distrito Federal en Coyoacán (1997-1999)

1925

“Nací el 12 de enero del año de 1925 en Pericos, en una hacienda henequenera del estado de Sinaloa, situada al norte de Culiacán en el municipio de Mocorito, lugar al que mi padre Isaac llegó a trabajar a principios de los años veinte y se quedó allí la mayor parte de su vida. Fui el primero de 8 hijos...Pericos era entonces una hacienda cuyas tierras estaban en poder de dos familias de terratenientes, los Retes y los Peiro. Nuestro padre había llegado a trabajar a la hacienda de los Retes como empleado administrativo, y se mantuvo en esta posición hasta el momento en que intervino la autoridad agraria expropiando una parte de las tierras que estaban en poder de los terratenientes y constituir el ejido. Por el lado materno mis tíos se integraron al movimiento agrario y participaron activamente en la creación del ejido. Esta situación se reflejó de alguna manera en las relaciones entre mi padre y sus cuñados que le reclamaban su vinculación laboral con los terratenientes. Yo percibía esta contradicción aunque mi padre justificaba su situación explicando que él sólo era un empleado que procuraba mantener su trabajo....”

Infancia

La infancia de Martínez Verdugo estuvo marcada por los efectos adversos de la gran crisis capitalista que se hizo patente en nuestro país durante la década de los años 30 y por la Segunda Guerra Mundial así como las duras condiciones de vida en la hacienda henequenera en la que creció.
En Pericos, estudia hasta el primer grado de educación primaria -la escuela de pericos solo contaba con el primer grado de educación básica-. Gracias al apoyo de su tío paterno Marcos Martínez -quien fuera fundador del sindicato de obreros del rastro- cursa estudios de primaria en Culiacán.
Al terminar la educación primaria a los 12 años de edad regresa a Pericos y empieza a trabajar en la tienda que tenían los hermanos Gabriel y Guillermo Villaverde. Al saber leer y escribir, además de sus mútltiples tareas como”dependiente” de la tienda, se encargaba de elaborar los escritos que requerían los campesinos para los trámites ante las autoridades agrarias. Esto era un servicio que la tienda brindaba por una módica suma y le permitió a Martínez Verdugo empezar a conocer la problemática de los trabajadores del campo.

Arnoldo

“...Debido a que en la escuela que había en Pericos sólo se podía cursar el primer año de primaria, gracias a la generosidad de mis tíos Marcos y Angelita, quienes me acogieron, me trasladé a Culiacán donde terminé la Primaria. Mi tío fue fundador del sindicato de obreros del rastro. Estuve ahí en la escuela Benito Juárez y al terminar regresé a Pericos, donde trabajé en la tienda que tenían los hermanos Gabriel y Guillermo Villaverde...”

1937

Se vivía el impacto del movimiento agrario y las acciones del gobierno de Lázaro Cárdenas que culminaron con la entrega de las tierras a los campesinos y la eliminación del latifundio.
Las opciones de trabajo en Pericos eran muy limitadas por lo que tres años después, cuando cumple 15 años, con estudios elementales y conocimientos básicos de contabilidad, se traslada a Navojoa Sonora a trabajar como empleado de en una notaría.

1940

“...Al cumplir quince años decidí trasladarme a Navojoa en el estado de Sonora alentado por un compañero de trabajo de mi padre que se ofreció recomendarme con un abogado sinaloense, Jesús R. Orrantia quien estaba a cargo de una notaría. Navojoa era entonces un centro comercial que surtía de maíz y otros productos al sur de Estados Unidos (eran los años de la Segunda Guerra Mundial cuando comerciantes del sur de los Estados Unidos compraban parte de la producción agrícola de Sonora). En la notaría me desempeñé como empleado, elaboraba los contratos de compra-venta y otros escritos. Me mantuve ahí hasta 1943, viajando cada año a Pericos para visitar a la familia. Esta experiencia me dio una visión más amplia de la situación económica y social del país, sin embargo me había fijado como objetivo trasladarme a la Ciudad de México...”

1943

En 1943, ya con 18 años, cumplidos llega a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda Simultáneamente encuentra trabajo en la fábrica de papel San Rafael, donde participa activamente en su sindicato hasta convertirse en miembro del Comité Ejecutivo de la Sección IV del Sindicato Nacional de la Industria del Papel.

en la ciudad

“...Finalmente tres años después de haber llegado a Navojoa, después de hacer algunos ahorros decidí emprender el viaje a la capital donde pensaba encontrar mejores condiciones para seguir estudiando y un trabajo que no absorbiera todo mi tiempo. La Ciudad de México me impactó por su magnitud y por el ruido. Me dediqué a buscar trabajo en los anuncios de la prensa. Finalmente me decidí por uno en las oficinas que tenía en la Ciudad de México, la fábrica de papel San Rafael, que me permitía disponer de las tardes...”

Arte

“Siguiendo el interés que me alentó para trasladarme a la Ciudad de México, ingresé en la Escuela de Pintura, Grabado y Escultura “La Esmeralda” mientras trabajaba en la fábrica de papel San Rafael. En un inicio no podía dedicarle a esta actividad más que unas horas al día porque mi jornada en San Rafael comenzaba a las 8 de la mañana y terminaba a las 4 de la tarde. Sin embargo, como había decidido darle prioridad a mis estudios de pintura, pronto abandoné el trabajo en San Rafael para dedicarme de tiempo completo a mis clases de pintura. Mis reservas económicas eran muy precarias, por lo que muy pronto se me planteó el problema de la subsistencia. "

Continúa el relato

“Algunos amigos de La Esmeralda me habían comenzado a ayudar llevándome un paquetito de comida que apartaban de su almuerzo, pero esto no podía durar mucho tiempo, por lo que necesitaba encontrarle una salida a este problema. La encontré cuando se me presentó la oportunidad de trabajar como ayudante de uno de los maestros de La Esmeralda que habían sido contratados para realizar un par de murales en lo que sería o ya era el Hotel Del Prado. La ayudantía me tocó hacerla con el maestro Miguel Covarrubias, quien tenía el encargo de pintar dos de los murales que estarían a la entrada del hotel. Al mismo tiempo Diego Rivera estaba realizando su mural “Sueño de una tarde dominical en La Alameda". Me llamó la atención el hecho de que el mural de Diego estuviera empotrado en el muro lo que lo convertía en un mural transportable. Esto permitió que resistiera los efectos de los sismos del ´85 y pudiera ser trasladado al nuevo Museo Mural Diego Rivera... "

Pintores

El trabajo con Miguel Covarrubias fue siempre agradable, ya que este maestro disponía de un gran número de relaciones y de un amplio espectro de intereses. Nunca, que yo sepa perteneció al Partido Comunista, pero siempre mantuvo relaciones muy estrechas con los pintores comunistas, especialmente con Xavier Guerrero y su esposa Clara Porcet, pero también con Diego Rivera, Frida Kahlo y David Alfaro Siqueiros. Fue un colaborador constante de las finanzas del Partido Comunista y de su prensa, especialmente la “Voz de México.”

1946

Y es en ese ambiente en el que se encontró con Frida Kahlo, Diego Rivera, Xavier Guerrero, José Chávez Morado, David Alfaro Siqueiros. En su paso por La Esmeralda fue contemporáneo de quienes fueron discípulos de Frida: Arturo García Bustos, Rina Lazo, Arturo Estrada, Guillermo Monroy, Fanny Rabel, entre otros. En 1946 Arnoldo Martínez Verdugo ingresa formalmente al Partido Comunista mexicano.

1946

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